sábado, 1 de mayo de 2010

Entre el exotismo y el Progreso

Formación de las colecciones exóticas del museo
Los objetos de culturas diferentes –tan dramáticamente distintos a los que conocía la gente de Europa– fueron atesorados por su exotismo: adornos de plumas de los indios del Amazonas, tallas de madera de la isla de Pascua, un altar budista japonés, armas africanas o trajes de baile bolivianos.
Para quienes creían en la idea del Progreso a finales del siglo XIX, estas piezas eran el testimonio de aquellas formas de vida que se consideraban superadas por la modernidad occidental, y, como tales, coleccionables y exhibidas en los museos de historia natural y de antropología.
Este criterio estuvo presente en la formación de las colecciones del Etnográfico; el canje con instituciones del mundo entero, las compras y las donaciones, ayudaron a completar un acervo que se suponía debía dar cuenta no sólo de la prehistoria y etnografía americanas, sino de la evolución universal de los pueblos denominados “primitivos”.

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